EL DESPLOME DE IZQUIERDA UNIDA

IU SACA EL PEOR DATO ELECTORAL DE SU HISTORIA EN LA CAPITAL
ABC de Córdoba
Martes, 09-06-09

RAFAEL A. AGUILAR

CÓRDOBA. Izquierda Unida ha tocado fondo en la capital. Las elecciones europeas del pasado domingo certificaron el languidecimiento de una opción política que sólo obtuvo el 5,8 por ciento de los 110.201 sufragios emitidos en la ciudad. Se trata de un porcentaje sonrojante en comparación con los que lograron el PSOE (37) y, sobre todo, el PP, que con un 49,3 por ciento anotó en la capital el tercer mejor dato de la historia electoral del partido que hoy preside José Antonio Nieto. El primero y el segundo corresponden, tal y como puede apreciarse en el gráfico adjunto, a los comicios generales y autonómicos de 2000, cuando el PP registró un 51,9 y un 50,9 por ciento, respectivamente.

La trayectoria ascendente del PP que lidera Nieto, y que ha mejorado los resultados en las cuatro elecciones que se han celebrado desde que él tomó las riendas del partido (2006), contrasta con la caída libre de una Izquierda Unida huérfana de Rosa Aguilar. Con la del domingo, la formación que gobierna en el Ayuntamiento junto al PSOE encadena seis convocatorias electorales en las que el porcentaje de sufragios cosechado es descendente, de tal modo que los números la condenan a ser una fuerza residual comicio tras comicio, a no ser que el que se dirima sea municipal, donde salva la cara.

El marginal 5,8 por ciento de las papeletas que reunió en las europeas es el porcentaje más bajo de IU en la capital en cualquier elección que se haya celebrado desde su fundación, en el último tercio de los años ochenta. Tan malo es el registro que ha hecho bueno, incluso, al de las generales de 2008, que fue del 6,41 aún con una Rosa Aguilar en sus filas pero con claros guiños al PSOE, partido al que este domingo confesó que había votado.

1.856 votos menos

El análisis de los resultados arroja otra conclusión de relieve, y es que el desplome de la federación de izquierdas es mayor en la ciudad que en el resto de la provincia, donde IU mantiene el tipo a pesar de descender en porcentaje de sufragios entre las europeas de 2009 y de 2004 -pasa del 7,08 a 6,8 por ciento-.

En la capital, sin embargo, la precipitación hacia las cifras vergonzantes ha sido mayor, puesto que al perderse 1.856 votos entre las dos citas comunitarias se ha rebajado el porcentaje del 7,75 al ya referido 5,8 por ciento.

Las valoraciones que hizo ayer IU de este escasísimo respaldo en la ciudad estuvieron marcadas por la falta de autocrítica, a excepción del alcalde, Andrés Ocaña, que sí reconoció que «hay que motivar a nuestros votantes para que acudan a las urnas». Por su parte, el coordinador provincial de la formación, Francisco Martínez, negó que la bajada, que redujo a mil votos en la provincia, tuviera que ver con el reciente nombramiento de Rosa Aguilar como consejera de Obras Públicas. «Sí temimos que eso influyera, pero no lo ha hecho», señaló.

De otro lado, el presidente del PP dijo que los cordobeses «castigaron el domingo al equipo de gobierno municipal» y señaló que si las elecciones hubieran sido municipales el PP habría conseguido 16 concejales, 12 el PSOE y uno IU. Juan Pablo Durán, secretario general socialista, pidió que se no se extrapolasen los resultados europeos.

La tomadura de pelo del Psoe a Andalucía

La ‘deuda histórica’ tiene que pagarse con “dinero contante y sonante”

• Javier Arenas anuncia que el PP irá a los tribunales si el Gobierno paga la ‘deuda’ con “solares”
• Recuerda que el origen de la ‘deuda’ está en “las deficiencias en los servicios educativos, sanitarios y de viviendas

l presidente del PP andaluz, Javier Arenas, aseguró hoy que la ‘deuda histórica’ tras 27 años tiene que pagarse con “dinero contante y sonante como dice el Estatuto” y advirtió de que si el Gobierno de la Nación paga a Andalucía con “solares”, los populares “iremos a los tribunales por prevaricación”

Durante su intervención en un acto público en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), Javier Arenas calificó de “absolutamente injusta y ridícula” la decisión del Gobierno de la Nación de pagar los 1.204,41 millones de la ‘deuda histórica’, y criticó que el citado pago cuyo origen está en “las deficiencias en los servicios educativos, sanitarios y de viviendas, se nos quiere pagar con solares”.

Según manifestó el líder popular, “no tiene ningún sentido que todos los días se esté cediendo suelo a comunidades autónomas y ayuntamientos y que aquí se nos quiera pagar con solares una deuda histórica, adquirida hace más de 27 años".

Este domingo acude a votar

Este domingo se celebran las elecciones al Parlamento Europeo. Nos jugamos mucho y necesitamos la ayuda de todos.

SOTERRAMIENTO DE LA AUTOVIA

Desde el Partido Popular creemos que entre todos podemos conseguir una solución satisfactoria para nuestro pueblo, aunando los intereses de una buena y necesaria comunicación con el resto de Andalucía, y el respeto al medio ambiente.

CUBA

DERECHOS HUMANOS
Reclamación de derechos al Gobierno de Cuba
Llamamiento al gobierno cubano y al mundo

1 de junio de 2009 - PP

Desde el Partido Popular pedimos a todas las personas e instituciones defensoras de los derechos civiles en el mundo que contribuyan y llamos al gobierno cubano a:

- Liberar a los presos políticos en Cuba.

- Levantar las prohibiciones que impiden a los cubanos entrar y salir de su país.

- Levantar las prohibiciones de acceso a Internet para los cubanos.

EUROPEAS

Cospedal:
“El PP es el único que ofrece soluciones ante el drama de más de cuatro millones de parados”
Debemos trasladar la confianza de que ofrecemos soluciones y queremos ayudar a todos cuanto lo están pasando mal, y lo vamos a hacer desde el PP, con un mensaje de propuestas y soluciones, de alternativas y no de descalificar a los demás”

1 de junio de 2009 - PP

La presidenta del PP de Castilla-La Mancha y secretaria general de esta formación, María Dolores Cospedal, señaló en Puertollano (Ciudad Real) la importancia de las elecciones europeas del próximo 7 de junio, llamando a la participación en unos comicios “en los que se deciden cosas tan importantes para Castilla-La Mancha y para toda España”. En este sentido, concretó cómo se decide parte de la política industrial, económica, de que vengan o no fondos comunitarios a Castilla-La Mancha, la agricultura, ganadería, la política de medio ambiente. Por ello, afirmó que, ante este 7 de junio, “debemos estar concienciados de que España está en Europa y de que indisolublemente nuestra tierra va unida a los destinos de la Unión Europea, por lo que tenemos que ser muy conscientes de la importancia de ir a votar”.

Cospedal lanzó un mensaje en positivo, ofreciendo soluciones, "ante el drama de contar con más de cuatro millones de parados en España y, cerca de cinco millones, según la Fundación de Cajas de Ahorro, batiendo un lamentable récord en Castilla-La Mancha, con más de 177.000 parados". En este sentido, coincidiendo con el Día de la Región, Cospedal se acordó "de todos esos hombres y mujeres sin puesto de trabajo, sin esperanza y que lo que hoy desean es un porvenir y poder trabajar". "Éste es el cometido que tenemos los políticos: trasladar la confianza de que ofrecemos soluciones y queremos ayudar a todos cuanto lo están pasando mal, y lo vamos a hacer desde el Partido Popular, desde España y desde Europa, con un mensaje de propuestas y soluciones, de alternativas y no de descalificar a los demás".

Preguntada por los periodistas, Cospedal declaró que "el Partido Popular está de luto", en referencia al fallecimiento ayer del concejal Antonio Campillo, en Caracuel de Calatrava (Ciudad Real) y añadió que a pesar de que "he podido estar con la familia para acompañarles perder un hijo no tiene consuelo".

La líder de los populares castellano-manchegos señaló que era "una persona muy querida en el PP y que iba a cumplir 32 años en septiembre" a lo que añadió que era "un concejal y un hombre trabajador que se dedicaba a la política como un servicio público, sin recibir nada a cambio. Sólo trabajaba por los vecinos de su pueblo como tantos políticos de Castilla-La Mancha", indicó

Además, recordó que Antonio Campillo era un político que tenía "gran ilusión por llevar lo mejor a su pueblo" y que trabajaba a diario por Caracuel de Calatrava.

UNA CRISIS Y CINCO ERRORES

La culpa es del liberalismo

Por Carlos Rodríguez Braun y Juan Ramón Rallo

En uno de sus cuentos Borges refiere las aventuras de un misionero escocés que en tierras remotas predica el cristianismo ante unos reticentes aborígenes que rehúsan abandonar a sus hechiceros, a los que consideran todopoderosos porque son capaces de transformar a los hombres en hormigas. El misionero se niega a creerlo, y los nativos replican que se lo van a demostrar. A continuación le enseñan ¡un hormiguero!

Esta misma chocante actitud, que pretende ver hechos en lo que sólo son prejuicios, ha predominado nuevamente a propósito de la crisis económica que, iniciada a mediados de 2007 en Estados Unidos, se extiende hoy a buena parte del mundo. Por todas partes los ciudadanos reciben el mismo mensaje: la crisis se ha producido porque los Gobiernos han renunciado a gobernar, han abdicado de sus responsabilidades, se han retirado o se han reducido, dedicándose a privatizarlo todo y a desregularlo todo, concediendo así a sus súbditos una libertad excesiva que éstos no han podido o no han sabido administrar correctamente. La crisis, pues, probaría que el culpable político es el liberalismo.

El neoliberalismo

El liberalismo rara vez es mencionado por este nombre, porque lo habitual es que se utilice la expresión neoliberalismo como el gran chivo expiatorio de los males de la humanidad. Sin embargo, la definición de neoliberalismo tiene por regla general sólo dos posibilidades: o quiere decir cualquier disparate o quiere decir el liberalismo de toda la vida, con lo cual el prefijo neo resulta prescindible.

La expresión neoliberalismo se generaliza en los noventa, pero su origen, aunque no está del todo claro, sí es claramente anterior, y se habló de neoliberalismo en los años treinta, si no antes. No entraremos aquí en esta historia, donde se mezclan consideraciones puramente analíticas con consideraciones de oportunidad política o de otro tipo, aunque sí cabe constatar tristemente la habitual maestría retórica del antiliberalismo, que hace que en el idioma inglés la palabra liberal signifique socialista, o que para nuestros socialistas el liberalismo de los liberales sea falaz conservadurismo y que el liberalismo genuino sea en realidad socialista. Estas trampas las efectuaron desde antiguo algunos liberales contra sí mismos. Por ejemplo, en los años cuarenta un grupo de destacados liberales alemanes emprendió uno de los tantos intentos que ha habido de armonizar libertad y coerción, y pretendió defender la economía de mercado pero también la intervención del Estado para proteger la libertad y propiciar la justicia social, probablemente la ficción política contemporánea más extendida y también más peligrosa, porque arrebatar a los ciudadanos lo que es suyo nunca puede ser justo. Estos destacados liberales alemanes procuraron separarse del liberalismo decimonónico, al que acusaron, típicamente, de ser demasiado radical y haber dado lugar a empresas amenazantes, porque su poder rivalizaba con el de los estados, cuya misión, por tanto, no podía ser mantenerse al margen, sino que debían intervenir para garantizar la competencia. Fue la llamada «economía social de mercado», que siendo antisocialista también fue anticapitalista y plasmó nuevamente, como se había hecho antes y se haría después hasta nuestros días, la cálida fantasía de que el objetivo es un delicado equilibrio entre Estado y mercado, entre comunidad y persona, entre razón y voluntad, entre justicia social y liberalismo, es decir, el equilibrio engañoso entre coacción y libertad, que elude la consideración de que el Estado, y sólo él, es el monopolista de la violencia legítima, con lo que no puede ser tratado como si fuera una simple parte de una transacción. Ese liberalismo de raíces germánicas, que algunos llamaron neoliberalismo, ignoró esta dificultad, como ha sucedido sistemáticamente, y desapareció por la sencilla razón de que se convirtió en el credo universal: todos los políticos de todos los partidos de todos los países pasaron a compartirlo y de hecho lo comparten hoy.

Cuando a finales del siglo XX se volvió a agitar el neoliberalismo, la situación había cambiado, en particular a partir de 1989, cuando un colapso político sacudió profundamente a muchos intelectuales que habían destacado por defender el comunismo o por matizar sus deficiencias.

La caída del Muro de Berlín debió ser saludada como lo que fue: una de las mejores noticias desde el principio de los tiempos. Se agotaba, en efecto, el sistema político más brutal que haya padecido la humanidad, responsable de la muerte de cien millones de trabajadores y de la opresión y el empobrecimiento de miles de millones.

Jamás obtuvieron los comunistas el respaldo de los pueblos, y por eso tomaron el poder por la fuerza y establecieron las dictaduras más sanguinarias, que no por ello arredraron a escritores y artistas, que los respaldaron con gran entusiasmo y, por tanto, se sumieron en la zozobra y el desconcierto cuando el derrumbe del Muro exhibió ante los ojos de todos el carácter metódicamente criminal del llamado "socialismo real".

Esto explica la extraordinaria respuesta que tuvo la crisis del comunismo: en lugar de desatar una ola de alegría y felicidad, desató una ola contraria. El planeta, se nos aseguró a través de los medios de comunicación y en las voces de los principales pensadores, no había recibido una buena nueva, sino una malísima: se iba a imponer la asfixiante hegemonía de Estados Unidos y las empresas multinacionales, aumentarían la pobreza y la desigualdad, la degradación de la naturaleza y del medio ambiente, y hasta la diversidad mental sería arrasada por la uniformidad intelectual del llamado "pensamiento único". Todos estos desastres se iban a producir como consecuencia de la globalización y el neoliberalismo.

Fueron pocos los que protestaron ante tan fabulosa distorsión. En efecto, la hegemonía opresiva, la pobreza, la desigualdad, la destrucción ecológica y la imposición de un solo pensamiento no eran amenazas futuras, sino precisamente los ingredientes fundamentales del resquebrajado comunismo, cuyos partidarios optaron por ocultarlos y rápidamente se los endilgaron al mundo no comunista, donde no habían existido, ni existían, ni iban a existir en un grado comparable.

Esta operación de propaganda, jaleada como siempre por el grueso del denominado "mundo de la cultura", era una mentira tan flagrante que sus partidarios no pudieron persistir en ella sin costes de todo tipo, incluidos los políticos. De ahí el júbilo que la crisis actual ha provocado en tantos intelectuales: por fin pueden dar rienda suelta al resentimiento que abrigaban tras el fracaso del comunismo, al que se habían unido también los costes del intervencionismo en muchos países democráticos en términos de impuestos y de paro. La crisis económica de 2007 en adelante parecía dar la razón por fin a quienes habían augurado desde 1989 infinitas desgracias que aún no se habían producido. El neoliberalismo era efectivamente el peligro que tantas Casandras venían anunciando. Los datos estaban ahí, ratificadores como el hormiguero para los nativos del cuento de Borges.


NOTA: Este texto está tomado de UNA CRISIS Y CINCO ERRORES, de CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN y JUAN RAMÓN RALLO, que acaba de publicar la editorial Lid.